No te pongas triste ante una despedida...

Una despedida es necesaria para volver a encontrarse, y un reencuentro, después de un momento o de toda una vida, es inevitable cuando se ha querido de verdad. **

domingo, 31 de julio de 2011

Bruselas...


El viernes nos fuimos a Bruselas. Está a sólo 2h desde Bonn en coche. Cuando llegamos dejamos el coche en un párking cercano al hotel y nos fuimos a almorzar a un resaurante super pijo en el que Mario había reservado mesa, ya que hasta las tres no nos dejaban entrar al hotel.
El restaurante buenísimo. Yo pedí una lasaña de verduras gratinadas que estaba de muerte. Aún cuando lo pienso se me hace la boca agua... umm... Después llevamos las maletas a las habitaciones.
El hotel se se llama The Dominican, y el eslogan es: "Un santuario en el corazón de Bruselas". Ya os podéis imaginar cómo era. 4*. Lo mejor es que yo tenía mi habitación para mi sola y no tuve que compartir con nadie el minibar jajajaja Aunque lo único que probé de éste fueron las pringles, los bombones de praliné típicos belgas y una de las càpsulas de nespresso. La cama era na pasada, perfectamente adaptable al cuerpo, al igual que la almohada. Por ahora es el mejor hotel en el que he estado.
Bueno, despues de soltar las cosas nos fuimos de visita turíatica a las principales zonas de Bruselas. Mario y Uta se la connocen bastante bien puesto que vivieron allí unos años. La ciudad es preciosa y el ambiente mucho mejor. Gente de todos lados... Gofres en todas las esquinas... ¡Me he enamorado de ella! Teniendo en cuenta lo cerquita que está sé que volveré seguro. Quizás cuando venga mi cari.
Paramos dos veces para tomar algo: primero en Le Roy de Espagne, el bar más antiguo de el Grand Place Grote Mark, la que dicen que es la esquina más bonita de Europa, y no me extraña... Donde probé la típica cerveza belga, que no está nada mal. Y luego en una terracita en otro sitio que no recuerdo el nombre, sólo recuerdo que una Fanta costaba 4€ !!! La verdad es que Bruselas es cara, pero merece la pena.
Después de una larga caminata regresamos al hotel para coger el coche porque teníamos mesa reservada en un típico Bistrot parisino donde nos esperada una espectacular mariscada. A mi eso de comer cosas crudas no me va mucho, pero las gambas estaban muy buenas, y unas caracolillas pequeñs también. Lo demás... bueno por probar está bien, el sabor no es malo, es sólo la textura.
Despúes de la cena fuimos a tomarnos una copita a un pub cercano, The Red Monkey, porque el que queríamos visitar, Tierra de Fuego, español, estaba cerrado.
A la mañana siguiente fuimos de shopping a una calle que está llena de tiendas de antiguedades, (todavía no han terminado de amueblar la casa). LO más curioso fue una "escultura", por llamarlo de alguna forma, que consistía en maletas, muñecas viejas y toda clase de porquerías colgando de un balcón ! Me hubiera gustado sacarle una foto pero olviedé la cámara, como siempre ! jajaja
Y ya a las 12´30, antes de volvernos, decidimos almorzar en un restaurante familiar bastante bonito. Yo pedí Poulet Curry (pollo al curry) que es la especialidad belga, y estaba para morirse de bueno!
Cuando volvíamos para Bonn paramos a comprar en un auténtico Carrefour francés que a Mario le encanta porque ahí puede encontrar todas las especialidades de su país, y es que en Alemania no hay carrefour, ni ese tipo de supermercados.
Cést très bonn !

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